viernes, 16 de mayo de 2025

Ataques con drones en Colombia: una amenaza creciente que cobra vidas y desafía la seguridad nacional



Durante los últimos 14 meses, Colombia ha enfrentado una escalada de violencia protagonizada por el uso de drones cargados con explosivos. Este nuevo método de ataque, cada vez más común entre grupos armados ilegales como el ELN y las disidencias de las FARC, ha dejado un saldo trágico: 60 militares entre heridos y asesinados. Uno de los casos más conmovedores fue el del joven soldado Edinson Guerrero Rodríguez, asesinado en Teorama, Norte de Santander, con tan solo 20 años.

Una nueva forma de violencia: drones como armas de guerra

El uso de drones por parte de grupos insurgentes ha transformado el escenario del conflicto armado en Colombia. Estas aeronaves no tripuladas, modificadas artesanalmente para transportar explosivos, se han convertido en herramientas letales. Solo el Ejército ha sido blanco de más de 190 ataques aéreos, con el lanzamiento de al menos 590 granadas desde el cielo.

Estos ataques no solo afectan a las fuerzas armadas. Entre las víctimas también hay civiles, incluyendo un menor de edad que perdió la vida. En departamentos como Cauca, Caquetá, Guaviare y Nariño, la situación es especialmente crítica. El Cauca, por ejemplo, ha registrado 169 ataques con drones, lo que pone a las autoridades en máxima alerta.

5 consecuencias devastadoras de los ataques con drones

  1. Pérdida de vidas humanas: La consecuencia más dolorosa. Soldados como Edinson Guerrero han sido asesinados en servicio, dejando familias devastadas.

  2. Afectación a la población civil: Viviendas, estaciones de gasolina, buses y zonas urbanas han sido blanco o colateral de estos ataques.

  3. Incremento del miedo y la inseguridad: La posibilidad de un ataque aéreo en cualquier momento genera terror constante en las comunidades rurales.

  4. Desconfianza en el proceso de paz: Mientras se negocia en la mesa del gobierno, los ataques de estos grupos minan la fe en los acuerdos.

  5. Deterioro de la infraestructura pública: Comisarías, bases militares y transporte han sido dañados, afectando servicios esenciales.

Qué está haciendo el gobierno y el Ejército ante esta amenaza

  1. Desactivación de atentados: Más de 200 ataques con drones han sido frustrados por inteligencia militar.

  2. Reforzamiento de la seguridad: Municipios como Toribío, El Plateado y San Vicente del Caguán han visto el despliegue de refuerzos militares.

  3. Monitoreo tecnológico: Se están implementando sistemas de detección de drones en puntos críticos.

  4. Visitas de altos funcionarios: El ministro de Defensa ha prometido soluciones integrales tras la protesta masiva en Caquetá.

  5. Campañas por la paz: Comunidades organizadas han alzado su voz con marchas y cierres simbólicos del comercio para exigir paz.



Testimonios que desgarran: el dolor de una familia campesina

Don Fidencio y doña Anadilia han perdido a sus dos hijos por culpa de la violencia. Hace 10 años, el primero murió huyendo del conflicto. Ahora, su último hijo, Edinson Guerrero Rodríguez, fue asesinado mientras servía a su país.

“Yo los perdono desde el fondo de mi corazón, pero que ya paren, que no sigan matando a tantos jóvenes”, dice la madre entre lágrimas. El perdón no significa olvido, sino un llamado desesperado a frenar esta guerra que no da tregua.

Consejos para las comunidades en zonas de riesgo

  • Evite desplazarse de noche o en zonas aisladas.

  • Reporte cualquier objeto volador sospechoso a las autoridades locales.

  • Participe en redes de vigilancia comunitaria.

  • Apoye las marchas pacíficas por la paz en su región.

  • Fortalezca la comunicación con su comunidad para prevenir incidentes.



La respuesta debe ser colectiva

Colombia se encuentra ante un desafío sin precedentes. La tecnología, que debería estar al servicio del desarrollo, está siendo usada para el terror. No solo el gobierno debe actuar: la sociedad civil, las comunidades, los medios de comunicación y la opinión pública tienen un papel vital para exigir soluciones duraderas.

La historia de Edinson Guerrero no puede ser una más en la estadística. Que su memoria impulse un cambio. Participa, alza la voz y exige un país donde la paz no sea un discurso, sino una realidad.

No esperes a que la violencia toque tu puerta. Involúcrate hoy en la construcción de una Colombia sin miedo.

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